UNA BODA DE MENTIRIJILLA

Mira que para una vez que nos invitan a una boda.

Estábamos en Japón y nos invitaron a una fiesta en una especie de centro de ocio, tipo “bodaland” o algo parecido. Entramos en una zona que imitaba un pueblecito italiano y entramos a la iglesia. 

La iglesia era una réplica, pero es que el cura también era una falsificación. 

Los invitados también eran de mentira. 

¿Pero qué me dices?. 

Eso que eran actores y hasta lloraban de emoción. 

Luego la novia nos confesó que sus padres se habían divorciado, se llevaba fatal con ellos .. 

¿No?. 

Sí, también los padres de la novia eran de alquiler. 

El novio había perdido las direcciones de sus hermanos, así que … 

¿No?. 

Sí, los hermanos eran también de mentira. 

Y luego llegó el mejor amigo del novio, que leyó una carta y que se emocionaba mientras que la leía. 

¡Hombre, menos mal!. 

No, si también era de mentira, la carta se la había mandado el mismo novio esa mañana por email.

¿No hemos escrito hace años sobre algo parecido?. 

Sí pero era una cena de navidad, esto es que fue una boda. 

Bueno qué más da, si al final eso de los amigos … 

Hombre, gracias.

¿Vermut o cerveza?. 

Hoy vermut, pero de grifo, de verdad. 

Oye y dónde dices que eso de las bodas de mentira … no es por nada ... 

Dos vermuts de grifo … y las aceitunas.

Tú sí que eres de verdad tío.